Contra la suba de las tarifas de industry leads servicios públicos como electricidad, gas o transporte. Sin embargo, las movilizaciones que se produjeron desde la asunción de Macri no tendieron a ser interpretadas como movilizaciones de clase media. Más allá de que lo fueran o no, industry leads este hecho permite ver dos debilidades de la perspectiva misma: por un lado, se corre el riesgo de adoptar acríticamente la autodescripción de los propios industry leads actores movilizados que, como vimos, buscan asociar clases medias con vocación democrática. Se genera así un sesgo hacia parte de la clase media que se reclama,
Mientras se rechaza –desde un antiperonismo histórico– a los industry leads gobiernos kirchneristas como antidemocráticos. Como consecuencia, se pierden de vista las ambivalencias y los intentos de integración hegemónica que los gobiernos industry leads kirchneristas, sin lugar a duda, impulsaron. Por otro lado, hay un segundo problema que arrastran los enfoques que parten de las movilizaciones sociales: indagan principalmente aquellos momentos excepcionales en los que la clase media se industry leads moviliza. En este sentido, los signos de las movilizaciones de la clase media argentina fueron cambiando con el tiempo y se restablecieron las viejas fronteras entre peronismo
Y antiperonismo como uno de sus ejes industry leads centrales. Sin embargo, son casos excepcionales en los cuales los posicionamientos políticos son expresados públicamente. No parece arriesgado afirmar que la opinión política se mueve mucho más en términos de consensos tácitos que en apoyos o rechazos activos que además se hacen públicos. Es decir, mientras la perspectiva industry leads de las movilizaciones sociales arroja luz sobre las formas y razones de rechazo (o apoyo) expresadas explícitamente, se dieron también industry leads dinámicas más «silenciosas» que jugaron un rol en estos tiempos. Para comprenderlas, hacen falta otros acercamientos al tema de la clase media.
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